Siempre juntos.
Todos sabemos porque hacemos las cosas. siempre hay un motivo para decidir cosas, siempre hay preguntas y respuestas, pensamos en todas esas movidas a lo largo de los escaques. Sí, sí pensamos pero no como deberíamos, diré lo siguiente: vivimos en una vida donde creemos que pensamos, hacemos cosas que creemos que de verdad pensamos, que es de verdad lo que queremos, creemos que de verdad creemos. pero ¿cual es la verdadera verdad? ¿es verdad que vives con ese dominio de lo que dices dominar, o posiblemente "crees" dominar, o simplemente confías que sabes algo? Se viene de repente lo ya siempre dicho por mi sobre reflexionar y esas cosas de siempre, siempre repetitivo, pero constante, que es lo más valioso. Hay verdades que se hace cada vez más complejas y largas, pareciera que vamos en cadenas infinitas, pero así como el "solo hay una sola cosa que no dudo y esa es que dudo" derivaré a la siguiente, y esta es que no sabremos los motivos reales de los "porqués" a menos de pensar los pensamientos, pensar los motivos, solo las cadenas de pensamientos son las que nos guían a verdades mayores y más profundas cada vez, pensar lo que se piensa, y no he llegado a concluir más allá de esto.
Partimos de motivos y decisiones insípidas la mayoría de las veces, hay una voz ignorante en la cabeza que nos dice "las verdades" del mundo y de nosotros mismos, esa voz dice en que si creemos, en que no creemos, para que deseamos, nos dice como somos y que tendencias tenemos, que colores nos gustan, que libros nos gustan, en qué filosofía creemos, si nos gusta el amargo o lo dulce. pero la verdad es otra, estamos expuestos a todo lo existente en el mundo y somos influenciados por todos los fenómenos posibles en la realidad, aquí lo importante es ¿sabes por qué te gusta algo? ¿sabes por qué lo deseas? ¿sabes por qué vives? ¿sabes por qué buscas? ¿sabes por qué deseas poseer? en realidad eres esclavo de tus "motivos", no sabes si eres real si quiera, ese motivo que te impulsa a ser algo.
Para nada voy a concluir como un fatalista, no, la vida no es una paleta tan blanca ni gris, para nada, el humano no es un ser plano, el humano posee toda la particularidad posible del azar, el humano es azar en realidad, cada uno es una configuración distinta siempre, es un número que por ser 1 es diferente del 2 y del 3, que siempre será nuevo, que siempre sacará algo diferente, que aun por parecer igual, no es igual, nunca existirá la igualdad, todo es diferente, y por tanto debe surgir está reflexión del pensar lo que se piensa y extender la cadena lo más posible, pues el motivo real, siempre estará en duda, solo hay algo que combate a esa voz que siempre habla y esa es la que nos define como humanos, tenemos esa astilla dentro, que nos dice que aún hay que buscar, hay un dios adentro de nuestro cerebro que dice que mucho de acá afuera no es real, que nos dice a pedacitos verdades ocultas a los sentidos, que nos da alegría cuando alguna cosa exterior embona con la interior, y miseria cuando mucho de afuera nos obnubila, solo hay un precio a pagar por esto, y esa es la conciencia de sabernos ignorantes, de saber que no llegaremos nunca a la verdad, que vivimos en medio de la oscuridad la mayoría del tiempo, pero hay luz... por ahí.
Siempre habrá esa voz y la del dios, una que nos dirá que estamos en la verdad final, y otra, que nos hará dudar de esa verdad y replantearla, y seguir buscando más y más, y con esto, llegar a verdades mejores siempre, y llegar a conocer que somos, descifrar los colores, sonidos, formas, sentimientos y motivos de ese numero con el que hemos nacido, establecer cada vez más la constante de nuestro ser, de otra forma, se vive aterido al mundo y sus repeticiones grises, este es el único camino de llegar a conocernos, y así y solo así, habrán motivos reales.